Reseña de Película The Wall (1982) Dir: Alan Parker, Gerald Scarfe
"Un ladrillo más en el muro".
Prominente y potente pieza audiovisual de Alan Parker, Gerald Scarfe y Roger Waters.
Tratando una vorágine de temáticas, como causa y efecto. El
despiadado azote de la guerra, la transformación, la abstracción, el seno
materno, la inseguridad, la soledad, los excesos, etc. Sin lugar a dudas un
reflejo de la realidad, de los causantes del fracaso, de la vuelta constante
del hombre al seno materno, recalco tal efecto puesto que está en el abanico,
mostrado de diferentes ámbitos, pero, ¿qué es sino una regresión el buscar el
calor de una mujer? Es netamente tratar de aferrarse a la seguridad del regazo
de la madre, aislarnos de las fluctuaciones corrompidas de un mundo enfermo.
Esto tiene un significado tremendo puesto que muchas veces el origen de las
frustraciones generacionales radica en un hecho tan sencillo como este. La aislación en la que vemos sumido al
personaje es desoladora, pero esta todo dentro de su mundo interno, vive en una
burbuja en la cual él es su propio verdugo. Está tan absorto en su miseria que
pierde contacto con el mundo en este tremendo muro de aflicciones.
Un alma
torturada por los infortunios del mundo, la represión de sus maestros, la
transformación en un material desechable, en una verborrea de malos
sentimientos y frustraciones. Dibuja magistralmente el cómo estamos hundidos
entre las paredes implacables del sistema, el que somos parte de un gran
tablero esclavizados por las reglas y parámetros de los que nos gobiernan.
Nos
dice que somos prisioneros, en todo ámbito, mentalmente, educativamente, que
hay un mundo más allá de las banalidades del materialismo obseso, que solo al
abrir nuestra mente a lo primordial saldremos de este campo obstruido por el
cerco de la ignorancia. Una simbología bastante profunda pero clara a la vez,
una caricatura a escala del sistema actual. Plantea una pregunta que a mi
parecer es parte del despertar, ¿Somos realmente libres? Bueno, de este
particular punto no lo somos, vivimos en la ilusión tridimensional de tener
libertad de acción y otras cosas, cuando realmente estamos confortablemente
adormecidos en los brazos de este impune y voraz asesino de mentes, que nos
dejamos llevar por la tentativa de la autocomplacencia sin mirar lo que hacemos
ni a quien tumbamos en el camino.
Nos repica también que quizá en el único
espacio donde realmente fuimos libres alguna vez es dentro del útero, que al
salir de él nos contaminamos de esta toxicidad que nos carcome el alma todos
los días. Que nos volvemos otro artificio de un sistema que destruye
deliberadamente las almas y las consume a granel sin detenerse.
Es incluso
penoso ver y concluir esto, ya que aun dándonos cuenta de tal fin seguiremos
formando parte de esta matriz demoledora, obligados a transitar por este
círculo infinito. Sin embargo, nos queda la libertad de crear, de pensar y buscar
nuestro espacio onírico donde desenvolvernos sin fronteras, esta esperanza
revitaliza un tanto la triste realidad que desglosamos de este filme. Sin lugar
a dudas una de las obras maestras de este siglo que perdurarán para las
generaciones venideras y ojala mocionando un alce masivo de mentes por sobre el
obtuso sistema predomínate, en donde volquemos la realidad en una beneficiosa y
propicia para crecer en humanidad y desechar los estándares corrosivos de la
sociedad actual. Excelente película.
Nota: 6,8 (De 1 a 7)
Por: Mario Urzúa B.
Comments
Post a Comment